Imagina esto: para que se forme un centímetro de suelo a partir de una roca consolidada se requieren más de mil años, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. De ahí la importancia de cuidar este recurso.
El suelo es esencial para la vida y para la producción de alimentos. Sin embargo, la ONU reportó que el 55% del territorio mexicano tiene alguna afectación por erosión.
Entre 1993 y 2011, más de cinco millones de hectáreas de áreas naturales se convirtieron en terrenos agropecuarios o zonas urbanas. Los suelos sanos son cruciales para la seguridad alimentaria, pues ahí viven millones de microorganismos, como las bacterias, que son las encargadas de transformar las materias del suelo en nutrientes.
“Las bacterias tienen una diversidad enorme y la mayoría no son patógenas, no nos enferman ni nos hacen daño”, detalla María Martínez, investigadora del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM.
¿Qué hacer frente a sequías?
Las sequías, cada vez más intensas debido al cambio climático, provocan que el suelo se erosione. Y aunque parece contradictorio, después de varias semanas sin agua, una lluvia repentina no beneficia a los agricultores.
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Para evitar la pérdida de suelos secos, los especialistas sugieren cubrir el suelo con plantas de rápido crecimiento, pues esto permite restablecer los nutrientes perdidos. Algunos de estos “cultivos de cobertura” pueden ser la cebada, el trigo y la avena, ya que retienen la humedad.
El 55% del territorio mexicano tiene alguna afectación por erosión, reportó la ONU
De acuerdo con los investigadores de la Universidad Cranfield de Reino Unido, otra recomendación para retener la humedad del suelo es cubrir la superficie con desechos verdes.
“Cuando el suelo se vuelve tan seco y caluroso, los microorganismos detienen su actividad”, señaló la científica Nicole Wellbrock a la agencia de noticias DW. Además, no hay que olvidar que con las sequías el ciclo de nutrientes del suelo se ralentiza, lo que afecta a las plantas.
