
¿Sabes qué es la agricultura regenerativa? Si has sufrido de pérdidas en tu producción o una disminución en la producción de tu cultivo a raíz de heladas, sequías, lluvias torrenciales u otros problemas climáticos, este artículo es para ti. La agricultura regenerativa es un conjunto de prácticas que mejoran tu producción agrícola. Un claro ejemplo son los campos de maíz regenerativos, los cuales tienen ganancias del doble en comparación al maíz cultivado con métodos tradicionales de agricultura (LaCanne et al., 2018). Esto se debe a que los campos regenerativos utilizan menos fertilizantes que los convencionales, lo cual reduce el costo de producción.
Tal es el caso de María Mendoza, quien con las prácticas regenerativas ha mejorado la salud de sus suelos y triplicado su producción de maíz, pasando de cultivar 2.5 toneladas en las mejores cosechas a 8.5 toneladas de manera regular. Incluso en temporadas de sequía, el subsuelo de sus parcelas permanece con agua suficiente para los cultivos (Selibas, 2022).
Un caso similar es el de Don Biviano, quien desde hace más de 5 años comenzó a incorporar materia orgánica y composta como fertilizante en su parcela. Al día de hoy, usa una cantidad mínima en la mayor parte de sus tierras e incluso hay zonas en las que no necesita utilizar. Al mismo tiempo, sus compradores de cebada han notado la mejora en la calidad de sus cultivos, premiándolo con mejores precios. Esto significa que Don Biviano no sólo ha reducido costos, ¡además ha incrementado sus ingresos!
Don Biviano contempla el cambio a su predio tras implementar prácticas regenerativas.
Tú también puedes aumentar tus ganancias si implementas una agricultura regenerativa, pero, ¿qué prácticas podrías implementar?
Trabajemos con la naturaleza y no en su contra
¿Qué son las prácticas regenerativas?
Los principios de la agricultura regenerativa han estado con nosotros durante miles de años, a menudo integrados en las prácticas indígenas de todo el mundo, incluyendo Mesoamérica.
La agricultura regenerativa abarca una variedad de estrategias y resultados que dependen del cultivo. Se trata de un proceso y una transición durante la cual, tanto los agricultores como los encargados de formular políticas, necesitan información y apoyo, socios, tiempo y aprendizaje. Las principales prácticas de agricultura regenerativa incluyen:
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Reducir o eliminar el uso de labranza mecánica. Esto previene la erosión del suelo y preserva la estructura del mismo.
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Crear y aplicar composta para mejorar la fertilidad del suelo y el contenido de materia orgánica.
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Usar fertilizantes orgánicos, rotación de cultivos y cultivos de cobertura para mantener el equilibrio de nutrientes y reducir los insumos sintéticos como herbicidas, insecticidas, pesticidas y fertilizantes.
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Emplear técnicas como la recolección de agua de lluvia, el arado en contorno y el riego por goteo para conservar el agua y evitar la escorrentía superficial (flujo de agua sobre la superficie del suelo, sin que se infiltre al subsuelo).
- Implementar el control biológico de plagas a través de rotación de cultivos y la siembra complementaria para minimizar el uso de pesticidas químicos.
Al incorporar estas prácticas mejoramos la producción de cultivos, restauramos los suelos degradados y aumentamos la actividad microbiana, lo cual reduce la contaminación del suelo y de los cuerpos de agua. En otras palabras, combatimos el cambio climático y la crisis medioambiental gracias a los múltiples beneficios que derivan de conocer y trabajar junto con la naturaleza.
El camino hacia la regeneración
Análisis
Para lograr los mejores resultados para tu predio, primero es importante determinar qué intervenciones aplicar, dónde y cuándo. Un agricultor debe observar, adaptar y diversificar sus operaciones por medio de prueba y error para lograr una agricultura regenerativa acorde a su predio y cultivo.
Por ejemplo, si estamos considerando comenzar a cultivar cultivos de cobertura (los cuales previenen el crecimiento de maleza) debemos preguntarnos:
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¿Qué tipo de cultivo de cobertura sería mejor para mi tipo de suelo y clima?
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¿Cuándo es el mejor momento para plantarlo?
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¿Qué equipo necesito?
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¿Necesito ajustar la aplicación de fertilizante para mi cultivo principal?
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¿Cómo puede afectar los rendimientos?
Es importante ver esta transición como un proceso que tomará tiempo, pero traerá resultados increíbles como: mejores rendimientos, reducción de costos, mejor calidad nutricional de los cultivos, más y mejor fertilidad para los próximos años, así como una resiliencia mayor ante eventos climáticos.
La importancia de medir
Ya que decidiste incorporar alguna de las prácticas de regeneración, es de suma importancia contar con herramientas para poco a poco analizar los resultados de tu transición a la agricultura regenerativa. Será necesario verificar la salud de las plantas, los cambios en la composición del suelo, el cambio de las tierras en barbecho y otros indicadores de salud del suelo. Estos datos te ayudarán a comprender si la práctica que implementaste está logrando los resultados deseados o si debes corregir algún aspecto sobre la marcha.
Para la medición de los indicadores mencionados es muy útil el uso de mapas de rendimiento para comprender dónde están las áreas consistentemente productivas e improductivas de un campo, lo que puede informar la toma de decisiones. Por último, utilizar pruebas y análisis del suelo nos permite determinar la composición del suelo, el nivel de pH, el contenido de nutrientes y la actividad microbiana. Esta información nos ayuda a comprender las necesidades específicas de nuestro suelo e incluso se puede monitorear de manera digital y remota.