Fertilizantes Orgánicos
Son sustancias con nutrientes que sirven para mejorar las características del suelo y estimular el desarrollo de los cultivos agrícolas. Hay fertilizantes químicos y orgánicos, estos últimos provienen de diferentes fuentes naturales, principalmente residuos de alimentos.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), una de las ventajas de utilizarlos es que protege la fertilidad de los suelos y la biodiversidad; son la puerta de entrada para un modelo de cultivos sostenibles.
¿Cómo funcionan los fertilizantes orgánicos?
Estos insumos pasan por un proceso de descomposición, materias primas de origen vegetal o animal liberan sustancias como fósforo, potasio y nitrógeno que van enriqueciendo la composición de los suelos; además de que estimulan la actividad microbiana de las plantas.
Aquí te compartimos una lista de los fertilizantes o abonos orgánicos que deberías considerar para tu próximo ciclo.
- Composta: Es el más común de los abonos orgánicos. Es producto de la descomposición de desechos vegetales. “La composta puede utilizarse en almácigos, macetas, árboles, huertos y plantas, campos de cultivo”, reporta la UNAM.
- Humus de lombriz: Este abono se obtiene de un proceso en el cual las lombrices digieren material orgánico y lo descomponen debido a sus enzimas. Este fertilizante es efectivo, pues tan solo una tonelada de humus equivale a 4 toneladas de composta y 12 toneladas de estiércol vacuno.
- Guano: Este fertilizante se elabora a partir del excremento de aves, murciélagos y ciertas especies marinas. Este material es muy funcional para plantas, sus principales componentes son fósforo y potasio.
- Abono verde: Son plantas que tienen la capacidad de adaptarse a diversos suelos, se cultivan con el objetivo de reincorporarlas a los suelos como si fuese un material nutritivo extra, además de proteger el suelo.