En el mundo agrícola se escucha mucho de la agrobiodiversidad, ya que es fundamental para el bienestar del medioambiente por varias razones. La agrobiodiversidad se refiere a la variedad de plantas, animales y microorganismos utilizados en la agricultura, pero para lograr esta diversidad se necesitan ciertas estrategias que en este artículo abordaremos.
Pero antes te compartiremos un poco acerca de las razones por las cuales tener agrobiodiversidad es importante para el campo, el medioambiente y la humanidad.
Resiliencia ecológica
Una mayor diversidad genética en los sistemas agrícolas proporciona una mayor capacidad de adaptación y resistencia frente a enfermedades, plagas, cambios climáticos y otros desafíos ambientales. Si una sola especie de cultivo es vulnerable a una amenaza, la diversidad agrícola puede ayudar a asegurar que otras especies puedan sobrevivir y mantener la productividad de los sistemas agrícolas.
Seguridad alimentaria
Al tener una amplia variedad de cultivos y especies ganaderas, se asegura que haya suficientes opciones alimentarias para la población. Además, algunos cultivos pueden tener características particulares que los hacen más resistentes a enfermedades o condiciones climáticas adversas, lo que garantiza la disponibilidad de alimentos en diferentes circunstancias.
Conservación de los recursos naturales
La agrobiodiversidad ayuda a conservar los recursos naturales, como el suelo, el agua y los nutrientes. Los diferentes cultivos y prácticas agrícolas pueden tener efectos variados en el suelo y su fertilidad. Al tener una diversidad de cultivos, se reduce el riesgo de agotar los nutrientes específicos del suelo y se promueve una gestión más equilibrada de los recursos naturales.
Cultura y conocimiento tradicional
La agrobiodiversidad también está estrechamente ligada a la cultura y el conocimiento tradicional de las comunidades agrícolas. Los agricultores han desarrollado durante siglos variedades de cultivos adaptadas a condiciones locales específicas. Preservar la diversidad agrícola implica preservar la cultura y los conocimientos transmitidos de generación en generación.
Por todas estas razones, es claro proteger y fomentar la agrobiodiversidad para enfrentar los desafíos ambientales y garantizar un futuro sostenible.
¿Cómo pueden contribuir los productores a la agrobiodiversidad en sus prácticas agrícolas?
Existen diversas formas en las que los agricultores pueden contribuir a la agrobiodiversidad desde sus prácticas agrícolas. Aquí te mencionamos 5 cosas que puedes poner en práctica en tu campo.
Conservación de variedades locales: Estas variedades suelen estar adaptadas a las condiciones locales y pueden tener características únicas de resistencia a enfermedades o tolerancia al clima. Tú como agricultor puedes seleccionar y guardar semillas de las variedades locales para su posterior siembra, evitando así la pérdida de estas valiosas variedades.
Rotación de cultivos: Implica alternar diferentes cultivos en el mismo terreno a lo largo del tiempo. Esto ayuda a mejorar la fertilidad del suelo, reducir la acumulación de plagas y enfermedades, y promover la diversidad biológica.
Agroforestería: Consiste en integrar árboles y cultivos en la misma parcela agrícola. Esta práctica aumenta la diversidad de especies en el paisaje agrícola y proporciona hábitats para una amplia gama de organismos. Los árboles también pueden mejorar la calidad del suelo, controlar la erosión y brindar sombra y refugio para los cultivos y el ganado.
Uso de cultivos de cobertura: Son cultivos que se siembran entre los ciclos de cultivo principales para cubrir el suelo y mejorar su calidad. Estos cultivos ayudan a reducir la erosión, aumentar la materia orgánica y fijar nutrientes en el suelo. Además, los cultivos de cobertura pueden atraer polinizadores y promover la biodiversidad en el agroecosistema.
Implementación de prácticas de manejo integrado de plagas: En lugar de depender únicamente de productos químicos sintéticos para controlar plagas y enfermedades, se pueden utilizar enfoques de manejo integrado de plagas. Esto implica el uso de métodos biológicos, como la introducción de enemigos naturales de las plagas, el empleo de trampas y feromonas, y la selección de variedades resistentes. Al reducir la dependencia de los pesticidas, se promueve un entorno más favorable para la biodiversidad.
Estas son solo algunas acciones que como agricultor puedes tomar para contribuir a la agrobiodiversidad. Es importante reconocer la importancia de conservar y promover la diversidad de cultivos y especies en los sistemas agrícolas para garantizar la sostenibilidad y la seguridad alimentaria a largo plazo.