El monocultivo es una práctica agrícola que trae ciertos beneficios en un corto plazo, pero resulta poco amigable con el medioambiente y sus efectos a largo plazo son perjudiciales.
¿Qué es el monocultivo?
El monocultivo, como su nombre lo indica por el prefijo <mono>, relativo a único, solo, es el cultivo de una sola especie vegetal en una gran área de tierra durante un período prolongado de tiempo.
Estas explotaciones o plantaciones de gran tamaño, usan las mismas técnicas y métodos a gran escala.
La razón de la existencia del monocultivo es que proporciona cantidades muy altas de producción, lo que permite cubrir las demandas de mercado de los productos agrícolas más básicos, tales como el maíz, la soya, el algodón, caña de azúcar etc. Esta práctica se ha vuelto cada vez más común en la agricultura industrial moderna.
Es lógico pensar que un sistema de plantaciones que permite obtener grandes cantidades de alimentos a bajo costo es una alternativa “buena”, pero la realidad es que no es una práctica sustentable ni rentable a largo plazo.
Impactos del monocultivo al medioambiente
El monocultivo puede tener impactos negativos significativos en el medioambiente, principalmente el agotamiento y degradación del suelo, debido a que el cultivo reiterado de la misma especie acaba agotando por completo los nutrientes requeridos por ella.
Pérdida de biodiversidad
Al cultivar una sola especie vegetal en una gran área de tierra, se eliminan otros tipos de plantas y animales que habitan en la zona. Esto puede reducir la biodiversidad en el área y, a su vez, tener impactos negativos en los ecosistemas locales.
Aumento de enfermedades y plagas
El monocultivo puede fomentar la proliferación de enfermedades y plagas que afectan a la especie cultivada, ya que las condiciones son ideales para su propagación.
Esto puede hacer que los agricultores dependan en gran medida de pesticidas y herbicidas para controlar las plagas, lo que a su vez puede tener efectos negativos en el medioambiente y la salud humana.
Pérdida de fertilidad del suelo
El monocultivo puede agotar los nutrientes del suelo, lo que puede llevar a una disminución en la fertilidad del suelo. Esto puede hacer que los agricultores dependan en gran medida de fertilizantes químicos para mantener la producción.
Mayor erosión del suelo
La eliminación de la vegetación natural para el monocultivo puede aumentar la erosión del suelo debido a la exposición a los elementos. Esto puede dar como resultado la pérdida de suelo fértil, la contaminación de los cursos de agua cercanos y la reducción de la calidad del aire.
Por estas razones, es importante fomentar prácticas agrícolas más sostenibles y diversas para proteger el medioambiente y garantizar una producción agrícola más saludable. Te recomendamos optar por la rotación de cultivos, ya que es una práctica agrícola que implica alternar diferentes cultivos en el mismo campo en diferentes temporadas. Esto ayuda a mantener la fertilidad del suelo, evita la acumulación de patógenos y reduce la necesidad de fertilizantes químicos.
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